Otro tipo de rol es de ser desde muy temprana edad la madre o el padre de tus padres, tener que estar atentas a que hagan las cosas como deben hacerse porque quizá ellos están a otras cosas o han delegado ese tipo de cosas en sus hijas/os porque ‘son muy maduros para su edad’
Ser hijos de padres inmaduros emocionalmente tiene consecuencias, claro. Una de ellas es que el niño entiende que sus padres no van a ser capaces de ocuparse de algunas cosas, a veces estas son pragmáticas y otras emocionales.
Estos niños son conscientes de los problemas u obstáculos por los que pasan los padres desde muy pronto, por ejemplo problemas económicos, de la relación de la pareja o de la relación con la familia extensa.
Esto hace que estos hijos dejen de vivir sintiendo que sus padres les protegen, y pasan a estar alerta y a la espera de esos problemas. Son personas que están atentas a las expresiones faciales y a la parte implícita de los comentarios.
Y aunque suelen ser personas muy resolutivas, les cuesta parar de ocuparse, y acaban emocionalmente muy cansadas, porque realmente sienten que nunca pueden dejarse caer en nadie.